Este nuevo trabajo científico se ha llevado a cabo con la colaboración de la iglesia católica de Hallstatt (Austria), la Fundación para la Investigación Antropológica Wenner Gren (Estados Unidos) y el Ministerio de Educación y Ciencia (España).
En este trabajo se sugiere una reinterpretación de los escenarios evolutivos del cráneo en los humanos modernos. El concepto clave es la integración morfológica: si cambiamos un elemento en la forma del cráneo, cambia todo el conjunto, y solo se favorecen los cambios que van en la dirección de este patrón morfológico.
A lo largo de las genealogías humanas cada rasgo evolucionaría gradualmente, pero dentro de un fuerte patrón de integración morfológica con una potente base genética. «Este patrón morfológico, que es funcional y operativo, no debe considerarse como una restricción negativa. Si nos referimos a patologías del desarrollo del cráneo, este patrón de integración podría restringir los límites de la variación para preservarlos dentro de un marco funcional», afirma la investigadora Neus Martínez-Abadías.
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